Me enternece ver cómo los dirigentes de nuestro
Gobierno de España se han lanzado a defender como progresista una bajada de impuestos, o rebaja, o cheque o como lo quieran llamar.
Una bajada de impuestos nunca puede ser progresista, puesto que la izquierda siempre ha abogado por lo contrario: subida de impuestos, gran Estado, gran gasto público y poca libertad.
Nos la han tratado de vestir como si fuera escalada en cuanto a renta, hablando en porcentajes, pero se olvidan precisamente de la gente que no declara porque su sueldo está por debajo del umbral. Están perjudicando fiscalmente, precisamente a los que se supone que quieren ayudar, a los más pobres.
Lo curioso es que Bush, ese demonio con cuernos y rabo al que odian, está tratando de implantar unas rebajas fiscales muy parecidas. Seguro que si les hubieran preguntado, las hubieran calificado de retrógradas, cavernarias,
neocon, etc...
Esta propuesta parece hecha sin ninguna reflexión ni cálculo. Como si se hubieran juntado Caldera y Zapatero y después de unas cañas, hubieran dicho "pues ya está, les regalamos 400 €uracos de la renta y verás cómo nos votan".
Me imagino a los funcionarios del MEH trabajando hasta altas horas de la sobremesa (salen cuando tienen que salir) tratando de juntar cabos y hacer cuentas después de que ZP lo soltara.
Las reformas fiscales se hacen a través de los cauces parlamentarios establecidos, no se improvisan. Yo siempre seré partidario de bajar los impuestos y de reducir el gasto público, cosa de la que nadie ha hablado. Porque si se reducen los impuestos, será a costa de algo.
El Partido Socialista no es lo que era. Todas estas explicaciones de los dirigentes socialistas me recuerdan un vídeo con dos entrevistas yuxtapuestas. En una de ellas Naomi
Nologo Klein decía "Ellos (los capitalistas) no han ganado la batalla de las ideas", y en la otra, Milton Friedman decía "El socialismo, en su definición, es la propiedad y control por parte del Estado de los medios de producción, ¿quién cree ya en eso?". Ni los mismos socialistas.